top of page

La taza verde

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”

1Co. 13:1-3


¿Amas a alguien?

¿Te amas a ti mismo?

¿Verdaderamente amas?


Dios tiene formas bastante sui generis para hablar a sus hijos; esta vez, fue a través de una taza verde que me hizo entender que me faltaba amor y reflexionar sobre las preguntas anteriores.


Fui a una expo-cristiana, quería aprovechar los descuentos para comprarme una taza .Había muchísimas, pero ninguna que me agradara. Por fin encontré unas que me gustaron; esa línea de tazas tenía como tema el fruto del Espíritu y cada una de ellas se basaba en un versículo acerca de él.

Me encontraba bastante indecisa sobre que taza compraría (aunque sólo eran 4 diferentes las que quedaban), lo que sí sabía es que no compraría la que decía “AMOR” porque ¡era verde!, y no me gusta para nada ese color. La encargada de la librería al verme titubeante se acerco y me dijo:

-¿Son muy bonitas verdad?

-Sí, por eso no sé cuál llevarme

-¿Qué es lo que te hace falta?


Esa pregunta…¡¡¡esa pregunta!!!


A través de una situación bastante fuerte, Dios fortaleció mi fe y me llenó de paz y gozo; pero al ponerme a reflexionar sobre lo que la señorita me dijo “¿Qué te hace falta?”, Dios me mostró que me hacía falta AMOR. ¿Cómo supe esto?, muy sencillo, contestando las preguntas que escribí al principio del blog.


¿Amo a alguien? Mi respuesta inmediata fue: ¡claro! Amo a Dios, a mis padres, a mis hermanas, a mis amigos.


¿Me amo a mí? ¡Obviamente!, si hasta me canto… ¡cómo me quiero! ¡sin mi me muero! ¡jamás me podré olvidar!... jajajaja


¿Verdaderamente amo? Cuando llegué a esta pregunta y leí el versículo de la taza (1Co. 16:14), la respuesta fue NO, ¡me falta amor!, pues pensando en el primer cuestionamiento, el “simple” hecho de ponerle jeta a mi mamá cuando me pide que haga algo o no ser del todo diligente en mi trabajo, quiere decir que TODO LO QUE HAGO, no lo hago con amor.


Por otra parte, como puedo decir que sí hay amor en mí si sólo amo a aquellos que son mi familia y amigos; ¡Jesús enseñó otra cosa!, él dijo que amaramos aún a nuestros enemigos (Mt. 5:38-48), esto puede ser difícil, podemos llegar a pensar que aquellos que nos han hecho mal no merecen que los perdonesmos, pero Dios nos mostró su amor a nosotros aunque no lo merecíamos.


“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Ro. 5:8


Debemos permitir que Dios sane nuestras heridas, pongamos en sus manos todo nuestro dolor y así poder perdonar a todas aquellas personas que nos han hecho daño, y tambien para pedir perdón a quien hemos lastimado.


Tampoco puedo decir que me amo si no estoy cuidando mi cuerpo, pues no atiendo del todo mi alimentación; no hago ejercicio porque me da flojera, y no es estar en forma por seguir lo que el mundo dice, sino por salud; o si no estoy cuidando mi vista porque no me gustan los lentes.


Y en cuanto al amor a Dios, muchas veces decimos amarlo, pero ¿en que conciste el amor?


"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."

1Jn. 4:10


¿en verdad somos agradecidos con Dios por este amor incondicional que nos ha mostrado?

¿a cuantas personas compartimos el evangelio?

¿con que actitud nos levantamos para ir a la iglesia?

¿que tal estamos en nuestro tiempo con Dios (lectura bíblica, oración)?


Reflexionemos en esto y mejoremos lo que tengamos que mejorar.


En una ocasión un hermano de la iglesia explicó lo que es verdaderamente el amor; lo entendí y comprobé que me hace falta; el amor es SUSTENTAR y CUIDAR (Ef. 5:28-29); Dios nos cuida y nos sustenta, nosotros ¡¡¡pongámoslo en práctica!!!


Hay mucho que escribir acerca del amor, pero será en otro blog.

Muchas veces no nos damos cuenta en que estamos fallando porque no prestamos atención o porque no queremos verlo ni aceptarlo porque realmente no nos gusta; exactamente así como yo no quería ni ver una taza verde porque no me gustaba, pero era justo lo que Dios usó para hablarme.

Yo he puesto de mi parte y Dios ha obrado en mí; mi deseo es que aquellos que me rodean puedan ver el fruto.


Permite que Dios transforme tu vida.


Por cierto, olvide comentar que sí terminé comprando la taza jaja.


“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.”

1Jn. 4:10-11

Featured Posts
Recent Posts

Buscar por tag

No hay tags aún.
bottom of page